La metodología BIM llega a las carreteras españolas
Será en el tramo que conecta las localidades de Polanco y Santander, de la autovía A-67; una obra que ha sido licitada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma)
Será la primera carretera BIM de España. La novedad no estará en el resultado sino en la construcción basada en un novedoso sistema de trabajo que aprovechará las nuevas tecnologías para que todos los implicados estén conectados.Ya han comenzado sus obras en el tramo que conecta las localidades de Polanco y Santander (Cantabria), de la autovía A-67. Una obra que ha sido licitada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma). Tendrá un coste de un millón de euros que será financiado por el Plan de Recuperación europeo que, dentro de los planes Next Generation, destina hasta 35 millones de euros en España para la digitalización de la red de carreteras.
Se trata de aprovechar las nuevas tecnologías para elaborar un proyecto colaborativo en torno a un modelo digital como es BIM (por sus siglas en inglés, Building Information Modeling), mejorar la eficiencia del gasto público y fomentar la transición digital del sector de la construcción.
Esta metodología busca que todos las personas trabajadoras que forman parte de la construcción de esta carretera, desde los ingenieros hasta los pintores, avancen juntos y, ante cualquier problema que les sorprenda, sepan resolverlo de manera eficiente.
Esta nueva forma de construir carreteras permite reducir riesgos e incertidumbres durante la conducción en dicho tramo, además de incrementar la calidad del suelo. Según expone el Mitma, “consiste en el uso de una representación digital compartida de un activo para facilitar los procesos de diseño, construcción y operación, y proporcionar una base confiable para la toma de decisiones”.
Pero será el tramo de Polanco a Santander el que determinará la eficacia de esta novedosa metodología. La primera fase será la “modelización del proyecto para disponer de un modelo BIM aplicable a la fase de obra”. Una vez se haya superado, el siguiente paso consistirá en implantar, coordinar y realizar un seguimiento de la aplicación de dicha metodología en el contrato de obras. Tras ello, se valorará y estudiará la posible aplicación en otros contratos relacionados con la construcción de carreteras.
Un tramo inicial
La carretera en cuestión es la conocida como autovía de la meseta, la A-67, entre Polanco y Santander, que se encuentra actualmente en obras y que va a ampliar su trazado a un tercer carril, obra que se efectuará bajo la citada tecnología BIM.
En una autopista el método BIM supone ir mucho más allá de lo meramente formal, pues durante su construcción se buscarán soluciones entre todos los protagonistas para lograr que la obra tenga el menor impacto ambiental, cualidad que debe mantener una vez acabada.
En paralelo, los expertos en seguridad vial se encargarán de que en su desarrollo y construcción se tengan en cuenta elementos que no se puedan valorar hasta que no esté acabada, como es la visibilidad, para lo que es clave el trazado de las curvas el consumo e incluso la distancia de frenado, sobre lo que tiene mucho que ver la capacidad de drenaje de agua y el tipo de asfalto empleado.
Incorporación de la metodología BIM en los contratos públicos
En junio de este año, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) y del Ministerio de Hacienda y Función Pública, aprobó un Plan para incorporar la metodología BIM en los contratos públicos de construcción de la Administración General del Estado (AGE) y sus organismos públicos y entidades de derecho público vinculadas o dependientes (sector público estatal).
El uso de BIM en la contratación pública persigue un objetivo doble: mejorar la eficiencia del gasto público y servir de palanca para la transformación digital del sector de la construcción. Este Plan instruye a los órganos de contratación sobre el uso de BIM en diversos contratos del sector público relacionados con la construcción.
Teniendo en cuenta el acceso de la PYME a la contratación pública, el Plan establece un calendario progresivo de uso de BIM por los órganos de contratación, comenzando en abril de 2024 por contratos de alto valor estimado y, en niveles de uso de BIM crecientes, cumpliendo con los requisitos de seguridad e interoperabilidad exigibles. El periodo de implantación debe concluir en 2030. Para facilitar su proceso de implantación coordinado y progresivo, se definen cinco niveles con la descripción de los requisitos para ir progresando de uno a otro.
El Plan BIM se alinea con la Estrategia Nacional de Contratación Pública y, al elaborarlo por la Comisión Interministerial, cuenta con el apoyo de un comité técnico de expertos en la implantación de esta metodología en el sector público y privado. Conforme a lo previsto en él, la Comisión Interministerial BIM tiene un papel facilitador del proceso para su implantación.
Desde 2017, se ha promovido la formación de profesionales en el sector privado, a través de subvenciones a los colegios profesionales, y, en 2022, se inició un programa formativo en BIM para empleados públicos, actualmente en ejecución.